viernes, 5 de noviembre de 2021

El chisme en el centro laboral: Consecuencias


El chisme muere cuando llega al oído de la persona inteligente

El mecanismo siempre suele funcionar del mismo modo: hay un hipócrita que crea un chisme para que el chismoso lo difunda y el ingenuo lo crea sin resistencia. La epidemia de los rumores solo termina cuando por fin, llega al oído de la persona inteligente, a ese corazón vacunado que ni atiende ni responde a lo que no tiene sentido.

En un libro publicado en 1947 por el psicólogo social Gordon Allport titulado “La psicología de los rumores” se nos explica algo realmente curioso: los chismes sirven a diversos grupos de personas para cohesionarse entre sí y posicionarse frente a alguien. A su vez, estas conductas les son placenteras, liberan endorfinas y logran combatir el estrés.

La lengua no tiene huesos y, sin embargo, es lo bastante fuerte para hacer daño y envenenar a través de chismes y rumores. Un virus letal que solo se aplaca cuando llega a oídos de la persona inteligente.

El chisme se convierte en muchos casos en un mecanismo de control social que otorga cierto poder a quien lo practica. Se posiciona en el centro de atención de ese grupo de personas receptivas siempre a cualquier chisme, a cualquier  información sesgada, con la cual,  salir de sus rutinas y aprovechar ese estímulo nuevo a modo de distracción.

Tal y como suele decirse, los chismosos no saben ser felices. Están demasiado ocupados en camuflar sus amarguras en tareas vanas y superfluas donde validar inútilmente sus autoestimas. Te invitamos a reflexionar sobre ello.

La psicología del chisme implacable

La psicología del chisme y de los rumores está de plena actualidad. Pensemos, por ejemplo, lo rápido que llega a “contagiarse” un rumor fundado o infundado en el mundo de las redes sociales. Internet es ya como un auténtico cerebro donde los datos campan como neuronas interconectadas para nutrirnos con una información que no siempre es verdadera ni es respetuosa con los demás.

Por su parte, los expertos en márketing y en publicidad siempre suelen poner como ejemplo del “chisme fatal e implacable” el caso del refresco “Tropical Fantasy”. Sacado al mercado en 1990 obtuvo un éxito casi inmediato en Estados Unidos, hasta que de pronto, surgió un rumor tan aterrador como absurdo.

Se decía que estos refrescos baratos habían sido creados por el Ku Klux Klan para un fin muy concreto. Su bajo coste permitía que gran parte de la población afroamericana de bajos recursos tuviera acceso a ella. En su fórmula, se escondía a su vez un oscuro propósito: dañar la calidad del semen de los afroamericanos para que no pudieran tener más hijos.

Nadie sabe por qué o quién encendió la llama de este rumor, pero el impacto fue desastroso. La marca “Tropical Fantasy” tardó años en recuperarse, hasta el punto de que aún a día de hoy, no se olvidan de incluir en sus imágenes publicitarias a personas de raza negra disfrutado del refresco.

No importaba lo delirante que fuera el chisme en sí, lo infundado o lo malicioso, porque logró atacar la sensibilidad de un colectivo que desde entonces ha desarrollado una resistencia al consumo de ese producto, solamente en base a un rumor infundado. Aún sabiendo que no era cierto, la impronta emocional perdura. Este es el claro ejemplo de uno de los chismes que más eco han dejado.

Defendernos de chismes y rumores

Lo queramos o no, nuestra sociedad está construida a base de relaciones de poder donde los chismes y rumores son auténticas armas arrojadizas. Las verdades manipuladas son útiles para muchas personas, logran posicionarse con ellos y obtienen beneficios muy concretos.

Así pues, es necesario que seamos siempre ese oído inteligente que actúa como barrera, que frena el agravio, el sin sentido, la información falsa y la chispa de ese incendio que siempre ansía llevarse a alguien por delante.

Por ello, y para comprender un poco mejor estos procesos psicológicos tan comunes en nuestros contextos sociales, te proponemos que tengas en cuenta esos pilares que sustentan la compleja psicología del chisme, del chismoso y del ingenuo que los escampa. 

La sabiduría popular siempre nos dice que para romper una cadena basta con eliminar un eslabón. Si el rumor y el chisme actúan como auténticos virus en nuestro ambiente laboral, en nuestra familia o en nuestro círculo de conocidos, es necesario ayudarnos de personas de confianza para que actúen como diques de contención. Que hagan de oídos inteligentes para desarmar lo que no tiene sentido. 

  • Los chismes se difunden cuando hay alguien que desea adquirir notoriedad a nuestra costa. Ante estas conductas, podemos actuar de dos formas, o bien haciendo oídos sordos ante lo absurdo o actuando con asertividad poniendo límites y dejando las cosas claras.
  • Hemos de ser conscientes de que en toda organización, comunidad de vecinos o en grupos de compañeros o amigos, va a haber un “rumorólogo” oficial. Un amante de los chismes.
  • Hemos de ser siempre íntegros, transparentes y no alimentar este tipo de conductas escampando el virus del rumor o el chisme. Ahora bien, es necesario saber además que no es nada fácil desacreditar un rumor, las palabras no siempre bastan, se necesitan hechos contundentes para desacreditar y demostrar lo inverosímil de ese chisme.

Las lenguas serpenteantes siempre nos van a acompañar de un modo u otro, así que lo mejor será siempre evitar ser una de ellas y recordar que los chismes son para la “chusma” y la información para los oídos sabios.

Las 3 preguntas: verdad, bondad y utilidad

Cuenta la historia que un día un conocido de Sócrates le preguntó:

  • ¡Sócrates! ¿Sabe lo que acabo de escuchar de uno de sus estudiantes?
  • Espera – dijo él – antes de que me cuentes nada me gustaría hacerte tres preguntas. La primera está relacionada con la verdad, ¿estás seguro de que lo que vas a contarme es cierto?
  • No – respondió el conocido – acaban de contármelo.
  • Vaya, no sabes si es cierto no, de acuerdo, ahora la segunda pregunta. Está relacionada con la bondad, lo que vas a decirme de mi estudiante, ¿es algo bueno?
  • No… – respondió.
  • Así pues – interrumpió Sócrates – vas a decirme algo malo de otra persona sin saber si es verdad o no. Veamos, la tercera pregunta está relacionada con la utilizad, lo que vas a contarme, ¿será provechoso para alguien?
  • En realidad… no…
  • Bien, bien – respondió el filósofo – quieres contarme algo que no sabes si es verdad, tampoco es bueno y no sirve de provecho. Entonces, ¿por qué hablar sobre ello? ¡Vete de aquí con tus infundios y bulos!

    Sin duda alguna, Sócrates era un hombre inteligente.

    Fuente:

    Extraído de

    https://lamenteesmaravillosa.com/chisme-muere-oido-persona-inteligente/


    CONSECUENCIAS EN EL CENTRO DE LABORES

    Una de las prácticas más comunes y poco productivas en un trabajo es el chisme. Estas personas que se dedican al chisme en el trabajo hablan de la empresa, de sus compañeros de trabajo y de sus jefes y, por lo general, toman una verdad parcial y la convierten en toda una verdad especulativa.

    “Ellos especulan sobre el futuro de la empresa, sobre si los compañeros de trabajo serán despedidos y lo que otros empleados están haciendo en su vida personal fuera del trabajo”, asegura Susan Heathfield, autora del artículo “How to Manage Gossip at Work”, del portal The Balance.

    Dedicar tiempo al chisme en el trabajo es dejar de producir y eso significa hacer perder dinero a las empresas que pagan un salario. Muchos gerentes prefieren no actuar cuando saben que existe gente chismosa en el trabajo o participan en él, afectando la moral de los empleados y provocando una cultura tóxica.

    Heathfield asegura que uno de los casos más comunes tiene que ver con los colaboradores que generan chismes sobre el salario que reciben, buscando provocar molestia en sus compañeros, pero que, a menudo, no dicen la verdad.

    “Esta actitud puede ocasionar molestia entre los colegas, quienes incluso realizarán sus quejas ante el área de Recursos Humanos exigiendo mejorar sus salarios”, afirma la columnista, provocando una crisis entre los miembros de un equipo de trabajo y todo por un chisme.

    Consecuencias del chisme 

    Si el chisme no ha obtenido consecuencias en el pasado, los empleadores deberán mantener una postura expectante ante la gente chismosa en el trabajo. Si algunos empleados están hablando de otros de una manera negativa puede tener consecuencias graves, incluso irreparables.

    Muchos profesionales prefieren dar un paso al costado y buscar nuevas alternativas de empleo y una de las mejores formas de lograrlo, es a través del servicio perfil destacado de Bumeran.

    Con frecuencia, en una cultura de chismes tóxicos hay un pequeño grupo de empleados que causan los problemas, intimidando a los compañeros y hasta el jefe.

    Frenar el chisme

    Algunos expertos en temas de Recursos Humanos han establecido que se deben seguir estas recomendaciones para evitar este tipo de clima laboral y generar una mayor productividad.

     1.- Restar importancia

    Lo ideal es no entrar en el juego de los comentarios y de extender esos rumores. Es recomendable desacreditar a los colaboradores que inician los chismes y mantener la calma, pues se tratan de malas actitudes laborales.

     2.- Gestionar buenas prácticas

    Un estudio de la consultora Ábaco Siglo XXI destaca que los chismes reducen la productividad de los trabajadores al perder hasta tres horas con las habladurías.

    Por eso, es necesario que la organización genere una cultura contra el chisme y fomente las aclaraciones de manera frontal.

     3.- Conversación enfocada

    Para empezar a controlar los chismes es imprescindible que el jefe  sostenga una charla seria con el empleado.

    Si la conversación no surte efecto será mejor iniciar el proceso de disciplina progresivo con un llamado de atención verbal y, a continuación, con una advertencia formal por escrito para el archivo personal del empleado.

     4.- Evitar que afecte las labores

    Las actividades laborales involucran relacionarse con muchas personas y trabajar en equipo, lo  que podría desencadenar desacuerdos y tensiones.

    Un chisme podría poner en duda la profesionalidad y el comportamiento del colaborador. Lo mejor en estos casos es conversar con colegas que no pertenezcan a la organización y tratar de solucionar esos rumores de forma directa.

     5.- Separar al personal tóxico

    Si lo anterior no funciona, lo mejor para la compañía será despedir al empleado que genera los chismes. Una persona tóxica puede ocasionar fuga de talentos, especialmente si ven que el comportamiento no va a ser resuelto.

     6.- Surgen enemistades

    Una persona que genera los chismes, no solo refleja sus inseguridades y baja autoestima, sino que pierde el respeto y la confianza de los demás. Esto desencadena enemistades y repudio.

    Lo mejor es ser honesto y no crear información que deje la reputación del colaborador por los suelos.

     7.- Chismes laborales

    Si los chismes son tratados asertivamente, se creará una cultura de trabajo que no es compatible con los chismes. Por eso, es recomendable responder a las preguntas de sus empleados de manera directa y honesta para evitar chismes relacionados con el trabajo.

     8.- Genera empatía y respeto

    Ningún entorno es perfecto y siempre habrá gente con la que te lleves mejor  que con otros, pero siempre se debe tratar con respeto y aprovechar la parte positiva de cada compañero.

     9.- Privacidad del entorno

    Si el chisme involucra temas personales, se debe conversar con los empleados involucrados y aclarar que la vida privada de los compañeros son temas que no deben mencionarse en la oficina porque podría afectar la armonía.

     10.- Evitar la viralización

    Los chismes se caracterizan por propagarse con gran velocidad, por eso son tan difíciles de controlar y afectan de inmediato la imagen de una persona. En estos casos, lo ideal es conversar con el jefe inmediato y tratar de aclarar los rumores.

    Fuente:

    Extraído de:

    https://www.bumeran.com.pe/noticias/saber-frenar-el-chisme-mejora-la-productividad-de-los-trabajadores/


    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    EMPRENDEDORES - CÓMO FIJAR PRECIOS A LOS PRODUCTOS

      Debemos conocer los errores más comunes en los que suelen caer los emprendedores al fijar los precios de sus productos. La solución está e...