Según la reclutadora Downing Teal indica que entre ellas se encuentran el retraso de objetivos, la baja productividad y el aumento de costos.
Al momento de reclutar personal, las empresas no miden las consecuencias de un error en el proceso. Es que consideran que es un factor de menor importancia que no perjudica a la empresa. Rodolfo León, Gerente General de Downing Teal, reclutadora de talentos de origen australiano afincada en Perú dice que la realidad es otra, ya que una selección equivocada tiene resultados directos y medibles que pueden afectar el desarrollo de las organizaciones.
“El capital humano que constituye una empresa es la llave al éxito o al fracaso, y es básico contratar a un profesional cuyas competencias técnicas e interpersonales aporten valor a la organización acorde a la visión que tiene la empresa”, refirió.
El experto precisó que se han detectado seis consecuencias derivadas de errores en reclutamiento.
La primera es la baja productividad, ya que según León un empleado que recién ingresa a la empresa puede tardar meses en ser plenamente productivo, ya que necesita tiempo para saber cómo ejecutar sus responsabilidades, cómo son las metodologías de trabajo, además de cómo comunicarse con las áreas y persona.
“Esto genera que la rentabilidad de las tareas pueda verse afectada y provocar un estrés adicional, ya que el trabajo se duplica”, dijo León.
Una segunda causa, es el retraso de los objetivos, ya que tener personal a cargo de posiciones estratégicas que no cuentan con la capacidad adecuada, no generará un ingreso inmediato hasta que haya superado la curva de aprendizaje.
Otro perjuicio son los costos, ya que al haber empresa con una alta rotación de personal, se genera una considerable pérdida de dinero al año. “Esto engloba el retorno de inversión, la baja productividad y la repetición de procesos”, sostuvo.
Pero también se generan problemas en el clima laboral, ya que el estrés acumulado, la frustración de un mal resultado de trabajo, y la demora en la integración de un trabajador nuevo en la empresa, perjudicará el clima laboral para el personal en general.
Asimismo, se dará un incremento de la rotación, ya que si no se mejora el proceso de selección, la inestabilidad de personal será demasiado recurrente. “Esto terminará afectando la productividad y la imagen de la empresa”, dijo León.
Finalmente, se verá una pérdida de confianza, la que va directamente vinculada con el descenso de beneficios, lo que afecta tanto a los empleados como a los clientes, proveedores y socios.
Fuente: Diario Gestión
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