Editorial: Impacto atenuado
Editorial de Gestión. "Sería contraproducente devolverles el ISC o aumentar el subsidio del Fondo para la Estabilización de Precios de los combustibles”.
(Foto: USI)
PRECIOS. Como se anticipaba, la modificación del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a los combustibles, licores, cigarrillos, autos y bebidas azucaradas, dispuesta por el MEF el 9 de mayo, impactó en la inflación de dicho mes, pero no como esperaban sus críticos. El efecto fue atenuado por la disminución observada en los precios de bienes, que son tanto o más importantes en la canasta de consumo: pollo (en todas sus presentaciones), huevos, leche, azúcar, frutas y hortalizas, como consecuencia de una mayor oferta, según precisa el INEI.
A nivel nacional, la inflación de mayo fue 0.04% y los rubros que más se encarecieron fueron bebidas alcohólicas y tabaco (0.93%) y transporte (0.75%), mientras que hubo abaratamiento en alimentos y bebidas no alcohólicas (0.07%) y en electricidad, cuya tarifa promedio decreció 3.7% debido al reajuste en 25 ciudades. La tarifa del gas natural también se redujo (2.8%). La inflación a nivel nacional considera a las 26 ciudades más importantes del país, incluida Lima Metropolitana.
En suma, el impacto del alza del ISC fue “marginal”, como ha señalado el MEF –gracias a que muchos precios básicos disminuyeron–, lo que no justifica las protestas de los transportistas. Es más, un mayor precio de los combustibles hubiese provocado encarecimiento de productos de panllevar, pero en mayo ocurrió lo contrario. Los precios al por mayor de los productos agropecuarios nacionales cayeron 1.43%.
El presidente Martín Vizcarra ha anunciado que se “evaluará” el impacto del alza del ISC, de modo que su equipo económico tendrá que incluir en sus análisis resultados como los arriba descritos, pues se contradicen con el encarecimiento generalizado que han vaticinado los transportistas. Volver a ceder a reclamos sin sustento –recordemos que ya ocurrió con los peajes– sería una mala señal.
Igual de contraproducente sería devolverles el ISC que han pagado o aumentar el subsidio del Fondo para la Estabilización de Precios de los Combustibles, pues se anularía el efecto que se esperaba generar con el mayor ISC: aumentar la recaudación tributaria. Y mientras el Ejecutivo cavila sobre cómo hacer respetar sus decisiones, en el Congreso se le ha abierto un nuevo frente –varias bancadas preparan proyectos de ley para derogar la medida–.
En tanto, la opinión pública retomó el pesimismo. El Índice de Confianza del Consumidor de la encuestadora GfK cayó el mes pasado tras el positivo salto de abril. El 86% opina que el alza del ISC de gasolina afectará su economía familiar. Quienes no están tan convencidos son los empresarios, cuyas expectativas inflacionarias siguen ancladas.
Fuente: Gestión 04.06.2018
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